ALGUNAS ESPECIES UTILIZADAS EN MEDICINA TRADICIONAL POR ABORÍGENES DE LAS ETNIAS, WICHI Y MOCOVÍ.

Resumen

Es reconocido que los indígenas, sobre todo los guaraníes constituían una raza muy saludable, poco vulnerables a las enfermedades y que para sus afecciones o dolencias se manejaban con lo que los guaraníes y tupíes llamaban “payé”1 médico brujo de la comunidad mezcla de “yuyero”, y “curandero” cuyo conocimiento de las propiedades curativas de las plantas y partes de animales era notable y cuya aplicación estaba provista de una fuerte componente sugestiva, de magia o brujería fundada en que asociaban la enfermedad a la acción de espíritus maléficos. Estos conocimientos recogidos, depurados y enriquecidos con la propia experiencia de muchos años de aplicación por los padres jesuitas en las misiones, nos fue transmitido y documentado en sus relatos, crónicas y “herbarios de las misiones”. Empleaban las plantas para tratar la disentería, las fiebres, infecciones, las mordeduras o picaduras de animales ponzoñosos, y los cronistas españoles dan testimonios de curaciones sorprendentes. Grandes misioneros jesuitas, entre otros los Padres Ventura Suárez, Bernardo Nussdorffer, Pedro Lozano, Segismundo Asperger, quienes desarrollaron una amplia labor científica dedicando gran parte de su trabajo al estudio y recolección de la flora autóctona, efectuando aportes fundamentales a su conocimiento, desentrañando los aspectos botánicos de la medicina natural, y a la vez asistiendo a los aborígenes en sus dolencias y recogiendo y transmitiendo toda la experiencia vivida y acumulada. Los guaraníes eran de índole apacible acogían a sus visitantes con benevolencia, aunque de carácter reacio al trabajo organizado, a diferencia de los aborígenes de las pampas y del chaco, de marcada hostilidad; fueron permeables a las enseñanzas de los europeos, lo que facilitó la obra de estos misioneros jesuitas en el establecimiento de misiones y reservas. Susnik y Serrano establecen que el centro y nordeste de Argentina estaba poblada a fines del siglo XVI: al oeste por comechingones, sanavirones y calchaquíes, el gran Chaco por guaycurúes, tobas matacos, pilagás y vilelas, el litoral por mocoretás, calchaquíes, chanas, mepenes y avipones, y en Misiones por los guaraníes